viernes, 22 de junio de 2007

UN EPISODIO DE LA GESTA EMANCIPADORA


S

ucedió en la Venezuela del siglo XXI, aunque parezca un episodio de la remota gesta emancipadora.

Los empleados y gerentes del imperio habían tomado prisionero al presidente Chávez.

Rodríguez, apenas un poco más que un soldadito, hacía la guardia, junto a la puerta de la oficina-calabozo.

Cuando pudo asomarse, en voz muy baja, preguntó por la renuncia del mandatario que, a esa hora, la prensa traidora, anunciaba a los cuatro rumbos del planeta.

“No he renunciado ni voy a renunciar...”, le dijo Chávez.

“Entonces, permítame que me cuadre, señor, porque usted sigue siendo mi presidente...”

Rodríguez, apenas un poco más que un soldadito, le pidió que le escribiera un papel y lo dejara en el cesto de la oficina, de donde él lo recogería más tarde.

Cuando el pueblo de Venezuela recuperaba, en las calles, su intento de democracia, llevaba en las manos, infinidad de esos papelitos que decían:

“Yo, Hugo Chávez, presidente legítimo de la República Bolivariana de Venezuela, no he renunciado ni renunciaré...”

Quizá muchos de aquellos venezolanos que sueñan con un país diferente, nunca sepan que sus fotocopias estrujadas por una rara mezcla de bronca y emociones, evitaron otra mancha a la traicionada historia de Latinoamérica y, mucho menos, que gracias al lealtad de Rodríguez, apenas un poco más que un soldadito, salvaron la vida del presidente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias por participar activamente en la educación a aquellos que están interesados en la historia de Venezuela!...esta entrada es de una importancia sublime, esperemos nuestros hijos y nietos puedan visitarla y enterarse de primera mano de cómo fueron realmente los hechos...un abrazo fraterno.
Patria, Socialismo o Muerte.
Venceremos.